sábado, 6 de marzo de 2010

2 días!!!



Ese es el tiempo. Quizá falte un poco menos, quizá un poco más en esta cuenta regresiva pero digamos que eso no es tan relevante. Y te pido por favor no te ofendas Juana Eufrasia porque no importa cuánto tiempo me permites tomarte de la mano, o cuánto tiempo te permitas aguantarme porque santo no soy, bueno tampoco un demonio, a lo mucho un diablillo. Lo importante por encima de las marcas en el calendario es la sinceridad de cómo los vives. Por otro lado, no hace mucho que abrieron las puertas de tu torre, y aunque te hayan dictado orden de comparecencia y tengas impedimento de salida del país, mejor dicho, estar de regreso en casa a las tres horas de haber salido, como si uno pudiera romper tantos protocolos en tan poco tiempo, por favor, sean más conscientes. A pesar de ello, o con el pesar de aquello, o muy a mi pesar, o a pesar de alguien, o porque su propia naturaleza es pesada y pese a quien le pese, o pase lo que pase, o porque a alguien le termina pesando sino no se esforzarían en hacer sentir tan cómodo a uno que, como ya dije, tan solo es un diablillo picarón. Con todos estos pesares que si los sumase y multiplicase a la "n" me convertirían en el acto en por lo menos una especie de beato que, como estudió un tiempo en la Universidad de Piura (Opus Dei) y mantiene alguna amistad con uno que otro canciller podría tentar, con el perdón de todos los numerarios y supernumerarios, la santidad misma.

Juanita Eufrasia, Azucena de los Prados o de los Rosarios o como sea que se llame usted, quiero decirle que no tiene por qué preocuparse, que no importa. No importa nada. Porque la persona que me permite que le tome la mano es producto de esa torre y sin esa torre nunca tal vez me hubiera fijado en usted. Así que por favor, le pido solo sinceridad, ello será mi único alimento, aquello que me permita soñar con usted cada noche. Le quiero mucho Juanita Eufrasia, muack.


Diciembre 19, 2008



No hay comentarios:

Publicar un comentario